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jueves, 22 de diciembre de 2022

La luz giratoria del faro de Melilla

Según cuenta la página del Ministerio de Defensa, en 1859 el entonces Ministerio de Guerra propuso la construcción en Melilla de un faro de 3º orden, de luz giratoria variada por destellos, a situar sobre la torre de vigía construida en el baluarte que hasta el momento venía utilizándose para señalizar el fondeadero de la ensenada de Melilla. 

Debido a la lentitud de los trámites burocráticos, los militares, cansados de esperar el faro que no venía, decidieron colocar una luz sobre la torre de vigía y posteriormente en 1894 se realizó el proyecto definitivo, considerando oportuno la continuación del faro militar de 6º orden hasta la conclusión de las nuevas obras de fortificación de la ciudad que es cuando se construiría el nuevo faro proyectado en el Malandar. 

Como medida provisional, se aprobó construir una casa junto a la luz existente para almacén y vivienda del torrero. En 1900 el faro se traspasó al Ministerio de Fomento. En 1910 se reemprendió el proyecto de construcción del nuevo faro, pero la construcción del faro de Tres Forcas eliminó la necesidad de un faro de gran importancia, por lo que finalmente se remodeló la antigua torre y se le acopló un aparato de 6º orden, con pantallas giratorias que daría la apariencia de grupos de dos ocultaciones blancas cada 10" y que fue inaugurado en 1918 que en un principio funcionó con una lámpara de petróleo y posteriormente se electrificó y en 1983 entró en servicio un nuevo equipo luminoso eléctrico con reserva de gas que aprovecharía la antigua óptica de 1918.


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El servicio militar obligatorio en Melilla

Lo que ocurría a todos los hombres al cumplir los 20 años es que entraban en quinta. 

La suerte les designaba a hacer el Servicio Militar Obligatorio en las guarniciones del Norte de África, Ceuta y Melilla entre ellas, por un periodo de más de dos años y hasta seis años. 

Muchas mujeres se quedaban embarazadas de estos hombres que entraban en quinta por la sencilla razón que no se sabía quiénes tendrían la mala suerte de no volver.

El conflicto en el protectorado de Marruecos contra los rebeldes rifeños abocó a muchos de estos jóvenes al infierno durante el periodo más terrible. Los conflictos en el protectorado de Marruecos contra los rebeldes rifeños los abocó como soldados voluntarios enfrentados al horror y la corrupción del ejército español durante la Guerra del Rif.
                                                               
Tras la Guerra Civil, servir en África era lo más parecido a no existir, frente a las reminiscencias de Ceuta y Melilla como destinos a evitar.

Existen relatos de nostálgicos que dicen que disfrutaron la mili en alguna de las dos ciudades, pero la gran mayoría las aborrecía. Era mucho mejor estar cerca de casa.


La balada del grillo

Vine desde la orilla de mi charca,
buscando el río,
y ahora veo dónde
se hallaba escondido.

Bajando libre entre las rocas
parece hallarse sumido, 
entre miles de gritos temperamentales que parecen luchar por ser oídos.

Limpias las aguas llegan, 
y se van dejando el eco 
de algo que parece haber acontecido, 
no se sabe cuándo ni dónde, 
pero así lo he oído.

Bien sabe que me recuerda, 
un lugar del que he salido, 
donde nunca tuve amigos, 
donde más bien brillaba un respeto  muchas veces invadido, 
por la duda de unos ojos 
que amenazan volverse enemigos.

Cómo hacer callar las voces 
que al viento lanza el río, 
y ver las aguas pasar 
sin ese humilde cántico.

Cómo pueden pedirme 
aquello para lo que no he nacido, 
si igual que la corriente de este gigante no puedo detener mi camino, 
sino vivir tal y para lo que he crecido.

Y aunque mi muerte llega
cuando el Sol se debilita, 
mi corriente persiste en otro mundo, 
que no es este, 
donde yo ya habré vivido.

Poema de B. Ramírez

El servicio militar obligatorio en Melilla



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Siempre hay cerveza fresca en Melilla

Siempre hubo cerveza fresca en Melilla servida por grandes camareros. Da igual que fuese un antro, una taberna, bar o una fiesta, siempre hay cerveza fresca en Melilla. 

Mi familia materna procede de la hostelería, pequeños empresarios de su propio antro en una ciudad olvidada.

Trabajaban en el bar del puerto de Melilla La Vieja junto al barrio de Pescadería, donde se preciase servir al cliente. 

Cocinar no era un problema porque la cocina gustaba y las exquisiteces a saborear. Pescado más que carne y carne menos que pescado en una ciudad de mar.

Amigos de toda la vida, los de la niñez, la adolescencia y la juventud. Los mismos de casi siempre con pequeños cambios en los acontecimientos, la ausencia y la distancia. 

Una vez que se sale de Melilla es difícil volver. Corrían los años cincuenta y algunos ya habían dejado de ser niños. Necesitaban nuevos horizontes. 

Un día cualquiera vendrían los acontecimientos fuertes y había que salir de Melilla porque no se podía vivir en una ciudad limitada.

Siempre hay cerveza fresca en Melilla
               (Tío Bernabé a la derecha con sus amigos)
 


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Mi abuela Magdalena Ruíz la cartagenera

Supongo que es una foto entre 1925-30 del Siglo XX, mi abuela materna Magdalena Ruíz, sentada, posiblemente con su hermana, de pie, que mi madre  decía: "Vamos a ver a la tía Justa". Vivía en la Almedina de Almería por calle Las Tiendas más o menos. 

Supongo que el hombre es su marido y los niños sus hijos. La foto está hecha en Almería y mi tía abuela Justa seguramente casada con un almeriense, el hombre, porque mi abuela Magdalena nació en Cartagena (Murcia) y supongo que su hermana Justa también. 

Pero no estoy seguro si Justa era hermana de ella o de mi abuelo. Ignoro si mi abuelo Bernabé Herrada tenía hermanos en Almería, en este caso hermana, porque puede que esta señora con su marido sea hermana de mi abuelo y no de mi abuela, lo que significaría que por aquel entonces mis abuelos maternos ya eran novios.

Con diez años me sacaron de Almería para no volver, me llevaron a Málaga y nunca volví a ver a la tía Justa ni recuerdo cómo era. Es un borrón no saber si mi tía abuela Justa, era hermana de mi abuelo o de mi abuela.

Mi abuela Magdalena Ruíz la cartagenera



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Melilla desde un punto muy lejano

Mi prima Lourdes, no hace mucho, me escribió un mensaje por WhatsApp: 

- "Dónde estaba el bar del abuelo en Melilla?." 

- Respuesta: "Ni idea."

- "Mi hija vive allí y está buscando dónde estaba el bar La Marina." 

No es el bar La Marina que existe, ahora sino el que estaba bajo las escaleras en la plaza de la Marina de Pescadería que ascendían la muralla.

Qué pasó?. Pues que esta pregunta despertó mis inquietudes viajeras que han condicionado mi actitud en la vida. 

Ni corto ni perezoso empecé a indagar en el callejero del Google Maps y llegué a recorrer la ciudad calle por calle a través de internet. 

Aunque primero miré montones de fotos para encontrar coincidencias con una pintura de mi tío Bernabé. No di con nada que coincidiera. Opté por callejear con el Google Map el interior de la ciudadela sin resultados. 

Enviaba fotos de ciertos lugares a mi prima aunque sabía que no acertaba. Una persona como yo, viajero solitario por media Europa, nunca he ido a Melilla porque mi madre no quería que fuera. Así que quedó fuera de mis objetivos. 

Mi madre, era hermana menor del padre de mi prima Lourdes, me dijo que no fuera y nunca fui a Melilla. Incluso la intenté llevar en los últimos años de su vida pero se negó. Viajamos cuatrocientos mil kilómetros en coche por España, Portugal y Francia teniendo en cuenta que ella iba en silla de ruedas, pero nunca quiso volver a Melilla.

Melilla es preciosa se mire como se la mire. Y para mi madre era preciosa tal y como la recordaba.



Melilla desde un punto muy lejano



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Los Herrada de Melilla y toda España

Según algunos datos Herrada es el apellido número 3351º más común de España. Nos encontramos que hay censados en el territorio nacional 1358 con Herrada como primer apellido, 1336 Herrada como segundo apellido y en suma hay un total de 14 como Herrada en ambos apellidos. 

Yo lo tengo de segundo apellido pero ha sido el que más ha influido a lo largo de mi vida, han pasado los años y ahora es cuando distingo la enorme influencia en mi forma de pensar y de vivir, aunque siempre he tenido como distinción y seña personal de identidad mi apellido paterno. 

Es increíble la forma en que el tiempo hace justicia, principalmente porque la única persona en la vida con quien tenía una conexión más cercana e indivisible fue con mi madre, y con ella el nombre de Melilla La Vieja estaba siempre presente sea cual fuere el relato de otros tiempos.

Según dijo mi tío, muchos miembros de la familia Herrada que nacieron y vivieron en Melilla junto con otros de Almería, emigraron en los años 1970-80 a Barcelona, y ahora apenas quedan entre quince y veinte personas junto al  Faro de Melilla La Vieja que los vio nacer.

Así lo atestiguan las fotos que mi prima obtuvo en un reciente viaje de tres días a las raíces de leyendas que oyó cuando era niña sobre una Melilla deslumbrante tan vieja como la Ciudadela.


Según datos encontrados en otras web en España los Herrada están repartidos más o menos de esta forma:

Almería (959)     Barcelona (450)     Madrid (285)     Málaga (191)     Valencia (150)    
Cuenca (135)      Murcia  (77)       Baleares (65)         Alicante (55)       Jaén (42)            
Bizkaia (33)        Tarragona (28)     Toledo (25)        Melilla (20)            Zaragoza (19)     
Sevilla (17)         Lleida (17)          Granada (14) Navarra (11)      Las Palmas (10)     
Castellón (8)       Girona (7)          Gipuzkoa (6)        Cádiz (6)      Badajoz (5)


Los Herrada de Melilla y toda España




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Los altos acantilados de Rusadir

Uno de los grandes atractivos de visitar Melilla son sus acantilados, su costa abrupta que forma una muralla defensiva natural donde fue creada la antigua Rusadir dentro de lo que hoy es la ciudadela.

Melilla fue fenicia y cartaginesa, romana y musulmana, conquistada y reconquistada por los Emires de Granada.

Es la ciudad de mis abuelos maternos, donde vivieron y nacieron tres de sus cuatro hijos.

La antigua Rusadir es una leyenda sin fin en el entorno familiar y lo demuestran las fotografías repletas de personas desconocidas con conexiones recíprocas de tiempos remotos.


Los altos acantilados de Rusadir



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El Cabo Poderoso o Cabo Alto

El nombre antiguo de Melilla, Rusadir, es púnico y significa "Cabo Poderoso" o "Cabo Alto" en referencia a su promontorio y sus acantilados. 

Fue helenizada como Rhyssádeiron, y en latín como Rusadir, Rusicada o Rusadder. Como colonia romana se la conocía como Flavia  

Como Ceuta, (antigua Abyla), Rusadir está ubicada dentro de una península fácilmente defendible por su estrecho itsmo, una franja alargada y estrecha de terreno que la une con el continente africano.  

Su cabo alto incluye una gran colina rocosa fortificada con una ciudadela que se encuentra en el extremo norte de la pequeña ensenada que forma su puerto, como un anfiteatro natural en una roca escarpada de acantilados de 500 metros de altura.

El Cabo Poderoso o Cabo Alto



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Los orígenes de Rusadir, Melilla antigua

Todos buscamos los orígenes más recientes de nuestros ancestros, lo llevamos en el ADN lleno de historias y leyendas que nos enseñan desde niños, la esencia de nuestro carácter y nuestra identidad.

Muchos sabemos que parte de nuestro ADN tan importante recibimos de nuestra abuela materna genéticamente.

Estamos hechos de códigos que se van transmitiendo con el paso de los siglos, pero el código predominante de nuestra secuencia genética corresponde a nuestra abuela materna.

Hace poco mi prima, la menor de nuestra generación Herrada en Málaga, estuvo en Melilla. 

Me preguntó dónde quedaba el bar del abuelo, La Marina, pero no supe responderle con acierto porque nunca he estado en Melilla a pesar de haber llevado una vida nómada de aventurero empedernido con ciento de millones de kilómetros en mis espaldas a lo largo de cuarenta años. Pues no, no había estado en Melilla.

Mi prima fue a Melilla buscando sus orígenes y de nuevo ha despertado mi inquietud por los viajes.

Ya estoy preparando un viaje a Melilla para buscar las historias del paraíso que tienen como trasfondo el Faro de Melilla La Vieja.


Los orígenes de Rusadir, Melilla antigua


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Nacer y crecer en Melilla la Vieja

He leído que es difícil encontrar un europeo más allá de los Pirineos capaz de saber que existen ciudades españolas, como Ceuta y Melilla, ubicadas en África. Cuenta una anécdota que Universidad de Granada realizaba un intercambio de alumnos con una universidad italiana a través del programa europeo Erasmus.

Recibieron una llamada telefónica en les preguntaba dónde quedaba Melilla, ya que no la encontraban en la provincia de Granada (el campus universitario de Melilla pertenece a la Universidad de Granada). Pueden imaginarse ustedes cuál sería su sorpresa cuando le contestamos que en el norte de África. Efectivamente, Melilla, ciudad española, se halla situada en esa zona.

También leo que a principios de este milenio hubo en Melilla un gran incremento de residentes oficialmente reconocidos gracias  al desarrollo de la ciudad y su puerto. El cese de los conflictos bélicos en El Rif hizo subir la población en nueve mil habitantes desde el año 1900 y Melilla pasó a tener más de sesenta y dos mil personas en 1930.
En los años 40 y 50 la ciudad alcanzó su máximo de población histórico gracias a una fuerte emigración propiciada por factores como la independencia del Protectorado Español de Marruecos previo al éxodo hacia las grandes urbes peninsulares. 
En 1985 se concedió la nacionalidad española a la población rifeña residente en Melilla y desde los años 90 el número de habitantes de la ciudad se ha mantenido en constante crecimiento.
Entre 1971 hasta el primer semestre de 2022, la población melillense es de más de ochenta y tres mil personas, ganando población en el mismo período que muchas provincias españolas perdían cerca más de millón de habitantes.

En la foto la abuela Magdalena sonríe en el nacimiento de Leni, su primera nieta hija de su hijo Bernabé, acompañados por unos amigos en el feliz acontecimiento.

Doña Antonia Gutiérrez, madre de la recién nacida, originaria de los Montes de Málaga, hija de una familia de propietarios de un gran territorio. Sus ancestros y procedencia se sitúan en Casabermeja. La familia Gutiérrez está muy extendida en varias ramas por estos valles de la sierra malagueña, labriegos agrícolas de campos y de parrales en otros tiempos pasados.

Corría el primer año de la década de los 60, tiempos del Baby Boomer, la explosión de natalidad posterior a la Segunda Guerra Mundial, generación que define a las personas nacidas 1946 y 1964.


Nacer y crecer en Melilla la Vieja

El bar La Marina se fue a otras manos

Que Melilla ha cambiado mucho desde final de los años 50 es obvio. A día de hoy existen grandes tabernas en Melilla por la zona de la Marina del Puerto pegadas a la muralla relucientes gracias al turismo. 

Pero en otros tiempos no fue así. Melilla era acosada desde Marruecos y se sucedían las confrontaciones de la guerra no declarada en el Protectorado Español en territorio marroquí. No eran pocos los soldados de quinta que morían en manos de las tribus de insurgentes al otro lado de la frontera por los ataques y las incursiones.

En el año 60 mis abuelos tuvieron que dejar la taberna en otras manos y comenzó el éxodo familiar hacia Almería. Los hijos de Bernabé Herrada y Magdalena Ruíz se habían hecho mayores y pronto también irían a vivir a Málaga tras décadas en Melilla La Vieja.

Bernabé, el hijo mayor ya estaba casado con doña Antonia Gutiérrez, una malagueña con origen en los lagares de los Montes de Málaga y seguramente casi estaría esperando su primera hija, Magdalena, que nacería en Melilla.

En la foto de izquierda a derecha mis tíos Bernabé y Antonia, mis abuelos Magdalena y Bernabé, mi madre agarrada como siempre del brazo de mi abuelo, y mi tío Pepe Luís.                                                                      

El bar La Marina se fue a otras manos

Un bar en la muralla llamado La Marina

La Marina fue un bar taberna bajo la escalera de la muralla que ascendía a la ciudadela en el barrio de Pescadores del puerto de Melilla. 

En las viejas fotos de mi familia materna están mis abuelos Bernabé Herrada y Magdalena Ruíz con tres de sus cuatro hijos. Nicolás se fue a vivir con familiares a Barcelona para estudiar mecánica.                                                          
Los hijos de izquierda a derecha mi madre Paqui y mis tíos Bernabé y José Luís. Bernabé nació en Almería de donde es originario mi abuelo y parte de la familia Herrada. Paqui, mi madre, y tío José Luís nacieron en Melilla La Vieja como el ausente Nicolás.
                                           
Mi abuela Magdalena Ruíz Segura es de Cartagena y parte de su familia se mudó a Almería.

Durante décadas las leyendas familiares procedían de Melilla La Vieja entorno al bar taberna La Marina.

Un bar en la muralla llamado La Marina

La plaza de toros y la escala social

La plaza de toros de Melilla es también conocida como Mezquita del Toreo. Es una de las nueve plazas de toros en África con la de Tánger, Luanda, OránUchda, Villa Sanjurjo y Maputo, y la única en activo. 

Situada en el Ensanche que forma parte del Conjunto Histórico Artístico de Melilla, fue construida en estilo neobarroco en los terrenos de desmonte del Cerro de San Lorenzo, justo donde a principios del siglo pasado apareció una necropólis de los siglos primero y segundo a. C.. El 17 de enero de 1946 ya funcionaba la plaza aunque su inauguración oficial fue el 6 de septiembre de 1947.

En estos tiempos las corridas de toros están a la baja, pero antes eran sede de encuentro y reunión social de distintos colectivos y escalas sociales de la ciudad. Muchos iban y no por afición. Además ser torero significaba subir en la escala social con favores y privilegios. 

Mis abuelos de Melilla, que trabajaron en su taberna toda la vida, lograron introducir de novillero a su hijo menor, Pepe Luís Herrada, que se posicionó en varias corridas hasta que los toros se lo comieron con varias cogidas.

La gente que iba a los toros no eran solo aficionados. Ir a una corrida de toros era socializar con las personas de tu ciudad. Acudían artistas de todo tipo, cantaores, cantantes, pintores, estrellas de cine, etcétera.

La familia acabó teniendo vínculos con la tauromaquia aunque después no resultó el proyecto. El esplendor de una época dorada grabada a fuego en la familia Herrada Ruíz. El intento de subir en el escalafón social tuvo a la larga connotaciones negativas. Pero así es la vida.

La plaza de toros y la escala social


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Bernabé Herrada, el zapatero de Melilla

Bernabé Herrada hijo, el mayor de todos los hijos de Magdalena Ruíz y Bernabé Herrada, ejerció en Melilla La Vieja de zapatero durante varios años de juventud. Siempre que lo visitaba o lo veía en su casa de Málaga un cuadro óleo justo encima de su sillón me recordaba que nunca olvidó este oficio y lo añoraba. 

Cuando se casó y nació su primera hija, que también tuvo la familia que salir de Melilla porque el abuelo se puso muy enfermo, seguramente él tuvo que emigrar a Málaga y allí se empleó como representante de materiales de obra con contrato pero en parte a comisión.

Nunca olvidó su oficio de zapatero pero tampoco su pasión por la pintura y aunque el devenir de la vida le llevó por otros derroteros en cuanto pudo se dedicó a pintar y a escuchar poesía, y no me importaba darle una y otra vez libros para dárselos a sus amistades. Sus cuadros, no muchos, eran de una técnica que yo llamo de manchas o manchones, no era una pintura realista sino reflejos de la realidad tal como la percibía él con una técnica que le faltaba mucho por depurar.

En el cuadro sobre su sillón favorito desde donde veía la televisión estaba él remendando zapatos, pero no parecía él más allá de lo que yo lo conocía porque en la pintura era delgado y joven, casi un chaval, y yo lo conocí cuando de pequeño, casado y con tres hijas de las que siempre recibíamos fotos de mi abuela cuando nosotros vivíamos en Almería.

Bernabé Herrada, el zapatero de Melilla


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Padres, poema mis abuelos de Melilla



Solo imagino tu rostro, 
mirándome lleno de lágrimas, 
por el dolor por lo querido,
tras el accidente de nacer.

Puedo sentir tu grito interno,
tu grieta tallada en ti,
resquebrajarse con el tiempo, 
con miedo sin pausa ni fin.

Angustia de la vida ahora, 
hueco terrible de destino, 
palpando con mi mano, 
la templada tierra al Sol.

Solo imagino tus ojos, 
explosionando todos los anhelos, 
mirando la muerte desde la vida 
durante el nacimiento de la mía.

Y en el día aquel 
confrontados a la nada, 
en el momento justo 
de nacer el creado ser.

Poema de B. Rami
rez


Padres, poema mis abuelos de Melilla



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La cuna de la familia Herrada

Soy almeriense criado en Málaga. Mi prima mayor es melillera criada en Málaga. Casi toda la familia que tengo en Cataluña proceden de Almería o de Melilla y lo cierto es que el apellido Herrada me produce sensaciones que no puedo expresar, principalmente por las historias que me contaban siendo niño. 

Mi familia materna fue protagonista o estuvo involucrada en tantas de tantas historias que me partió el alma ver el declive personal de cada uno de sus miembros una vez que salieron de Melilla La Vieja para no volver más.

Melilla Vieja, el faro del paraíso, es un blog donde iré escribiendo curiosidades y leyendas relativos a mi familia Herrada.

Pondré fotografías de aquellos lugares donde vivieron en Melilla La Vieja, sitios que no tuvieron nada que ver conmigo más que en un mundo lejano y fantástico que me contaron alguna vez.

Parecían relatos árabes como los que leí de Al Ándalus en mi Almería natal, historias que me deslumbraron desde muy niño hasta mi mayoría de edad.

Investigaré a partir de fotos antiguas de mi familia Herrada, algunas personas no sé tan siquiera quiénes son. 

Supe en qué lugar estuvo un bar llamado La Marina en Melilla La Vieja, incrustado bajo las escaleras que ascendían el muro de la ciudadela.


La cuna de la familia Herrada


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La Marina, taberna familiar en Melilla

Es bonito visualizar imágenes antiguas de tiempos lejanos anteriores al nacimiento uno mismo. Provoca una reflexión tan profunda y atractiva que enmudece la mente. 

En la foto está mi abuelo Bernabé Herrada junto a mi madre y mi tío Pepe Luís en el centro. A la derecha el primero mi tío Nicolás, a la izquierda el primero mi tío Bernabé. 

No tuve la ocasión de conocer a los demás integrantes de la foto, pueden ser familiares de Melilla y también clientes y amigos de la familia.


La Marina, taberna familiar en Melilla


plaza de pescadería donde estaba el bar la marina



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Un poema para recordar las invasiones

Miedo a la invasión, crueldades insospechadas, por el mañana y la mañana, por el crepúsculo y el ocaso, la aurora de reconocer  un mal por v...