Melilla Vieja: historias, fotos antiguas y modernas de la familia Herrada Ruíz. Mi familia materna, los lazos familiares y hechos históricos en torno a Melilla, Almería y Málaga.
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jueves, 22 de diciembre de 2022
Los altos acantilados de Rusadir
Los Herrada de Melilla y toda España
Según algunos datos Herrada es el apellido número 3351º más común de España. Nos encontramos que hay censados en el territorio nacional 1358 con Herrada como primer apellido, 1336 Herrada como segundo apellido y en suma hay un total de 14 como Herrada en ambos apellidos.
Yo lo tengo de segundo apellido pero ha sido el que más ha influido a lo largo de mi vida, han pasado los años y ahora es cuando distingo la enorme influencia en mi forma de pensar y de vivir, aunque siempre he tenido como distinción y seña personal de identidad mi apellido paterno.
Es increíble la forma en que el tiempo hace justicia, principalmente porque la única persona en la vida con quien tenía una conexión más cercana e indivisible fue con mi madre, y con ella el nombre de Melilla La Vieja estaba siempre presente sea cual fuere el relato de otros tiempos.
Según dijo mi tío, muchos miembros de la familia Herrada que nacieron y vivieron en Melilla junto con otros de Almería, emigraron en los años 1970-80 a Barcelona, y ahora apenas quedan entre quince y veinte personas junto al Faro de Melilla La Vieja que los vio nacer.
Así lo atestiguan las fotos que mi prima obtuvo en un reciente viaje de tres días a las raíces de leyendas que oyó cuando era niña sobre una Melilla deslumbrante tan vieja como la Ciudadela.
Según datos encontrados en otras web en España los Herrada están repartidos más o menos de esta forma:
Melilla desde un punto muy lejano
Mi abuela Magdalena Ruíz la cartagenera
Siempre hay cerveza fresca en Melilla
El servicio militar obligatorio en Melilla
La suerte les designaba a hacer el Servicio Militar Obligatorio en las guarniciones del Norte de África, Ceuta y Melilla entre ellas, por un periodo de más de dos años y hasta seis años.
Muchas mujeres se quedaban embarazadas de estos hombres que entraban en quinta por la sencilla razón que no se sabía quiénes tendrían la mala suerte de no volver.
El conflicto en el protectorado de Marruecos contra los rebeldes rifeños abocó a muchos de estos jóvenes al infierno durante el periodo más terrible. Los conflictos en el protectorado de Marruecos contra los rebeldes rifeños los abocó como soldados voluntarios enfrentados al horror y la corrupción del ejército español durante la Guerra del Rif.
Tras la Guerra Civil, servir en África era lo más parecido a no existir, frente a las reminiscencias de Ceuta y Melilla como destinos a evitar.
La luz giratoria del faro de Melilla
Según cuenta la página del Ministerio de Defensa, en 1859 el entonces Ministerio de Guerra propuso la construcción en Melilla de un faro de 3º orden, de luz giratoria variada por destellos, a situar sobre la torre de vigía construida en el baluarte que hasta el momento venía utilizándose para señalizar el fondeadero de la ensenada de Melilla.
Debido a la lentitud de los trámites burocráticos, los militares, cansados de esperar el faro que no venía, decidieron colocar una luz sobre la torre de vigía y posteriormente en 1894 se realizó el proyecto definitivo, considerando oportuno la continuación del faro militar de 6º orden hasta la conclusión de las nuevas obras de fortificación de la ciudad que es cuando se construiría el nuevo faro proyectado en el Malandar.
Como medida provisional, se aprobó construir una casa junto a la luz existente para almacén y vivienda del torrero. En 1900 el faro se traspasó al Ministerio de Fomento. En 1910 se reemprendió el proyecto de construcción del nuevo faro, pero la construcción del faro de Tres Forcas eliminó la necesidad de un faro de gran importancia, por lo que finalmente se remodeló la antigua torre y se le acopló un aparato de 6º orden, con pantallas giratorias que daría la apariencia de grupos de dos ocultaciones blancas cada 10" y que fue inaugurado en 1918 que en un principio funcionó con una lámpara de petróleo y posteriormente se electrificó y en 1983 entró en servicio un nuevo equipo luminoso eléctrico con reserva de gas que aprovecharía la antigua óptica de 1918.
El Cabo Poderoso o Cabo Alto
El nombre antiguo de Melilla, Rusadir, es púnico y significa "Cabo Poderoso" o "Cabo Alto" en referencia a su promontorio y sus acantilados.
Fue helenizada como Rhyssádeiron, y en latín como Rusadir, Rusicada o Rusadder. Como colonia romana se la conocía como Flavia.
Como Ceuta, (antigua Abyla), Rusadir está ubicada dentro de una península fácilmente defendible por su estrecho itsmo, una franja alargada y estrecha de terreno que la une con el continente africano.
Su cabo alto incluye una gran colina rocosa fortificada con una ciudadela que se encuentra en el extremo norte de la pequeña ensenada que forma su puerto, como un anfiteatro natural en una roca escarpada de acantilados de 500 metros de altura.
El bar La Marina se fue a otras manos
Que Melilla ha cambiado mucho desde final de los años 50 es obvio. A día de hoy existen grandes tabernas en Melilla por la zona de la Marina del Puerto pegadas a la muralla relucientes gracias al turismo.
Pero en otros tiempos no fue así. Melilla era acosada desde Marruecos y se sucedían las confrontaciones de la guerra no declarada en el Protectorado Español en territorio marroquí. No eran pocos los soldados de quinta que morían en manos de las tribus de insurgentes al otro lado de la frontera por los ataques y las incursiones.
En el año 60 mis abuelos tuvieron que dejar la taberna en otras manos y comenzó el éxodo familiar hacia Almería. Los hijos de Bernabé Herrada y Magdalena Ruíz se habían hecho mayores y pronto también irían a vivir a Málaga tras décadas en Melilla La Vieja.
Bernabé, el hijo mayor ya estaba casado con doña Antonia Gutiérrez, una malagueña con origen en los lagares de los Montes de Málaga y seguramente casi estaría esperando su primera hija, Magdalena, que nacería en Melilla.
En la foto de izquierda a derecha mis tíos Bernabé y Antonia, mis abuelos Magdalena y Bernabé, mi madre agarrada como siempre del brazo de mi abuelo, y mi tío Pepe Luís.

Nacer y crecer en Melilla la Vieja
En la foto la abuela Magdalena sonríe en el nacimiento de Leni, su primera nieta hija de su hijo Bernabé, acompañados por unos amigos en el feliz acontecimiento.
Doña Antonia Gutiérrez, madre de la recién nacida, originaria de los Montes de Málaga, hija de una familia de propietarios de un gran territorio. Sus ancestros y procedencia se sitúan en Casabermeja. La familia Gutiérrez está muy extendida en varias ramas por estos valles de la sierra malagueña, labriegos agrícolas de campos y de parrales en otros tiempos pasados.
Corría el primer año de la década de los 60, tiempos del Baby Boomer, la explosión de natalidad posterior a la Segunda Guerra Mundial, generación que define a las personas nacidas 1946 y 1964.
Los orígenes de Rusadir, Melilla antigua
Todos buscamos los orígenes más recientes de nuestros ancestros, lo llevamos en el ADN lleno de historias y leyendas que nos enseñan desde niños, la esencia de nuestro carácter y nuestra identidad.
Muchos sabemos que parte de nuestro ADN tan importante recibimos de nuestra abuela materna genéticamente.
Estamos hechos de códigos que se van transmitiendo con el paso de los siglos, pero el código predominante de nuestra secuencia genética corresponde a nuestra abuela materna.
Hace poco mi prima, la menor de nuestra generación Herrada en Málaga, estuvo en Melilla.
Me preguntó dónde quedaba el bar del abuelo, La Marina, pero no supe responderle con acierto porque nunca he estado en Melilla a pesar de haber llevado una vida nómada de aventurero empedernido con ciento de millones de kilómetros en mis espaldas a lo largo de cuarenta años. Pues no, no había estado en Melilla.
Mi prima fue a Melilla buscando sus orígenes y de nuevo ha despertado mi inquietud por los viajes.
Ya estoy preparando un viaje a Melilla para buscar las historias del paraíso que tienen como trasfondo el Faro de Melilla La Vieja.
Un bar en la muralla llamado La Marina
Bernabé Herrada, el zapatero de Melilla
Bernabé Herrada hijo, el mayor de todos los hijos de Magdalena Ruíz y Bernabé Herrada, ejerció en Melilla La Vieja de zapatero durante varios años de juventud. Siempre que lo visitaba o lo veía en su casa de Málaga un cuadro óleo justo encima de su sillón me recordaba que nunca olvidó este oficio y lo añoraba.
Cuando se casó y nació su primera hija, que también tuvo la familia que salir de Melilla porque el abuelo se puso muy enfermo, seguramente él tuvo que emigrar a Málaga y allí se empleó como representante de materiales de obra con contrato pero en parte a comisión.Nunca olvidó su oficio de zapatero pero tampoco su pasión por la pintura y aunque el devenir de la vida le llevó por otros derroteros en cuanto pudo se dedicó a pintar y a escuchar poesía, y no me importaba darle una y otra vez libros para dárselos a sus amistades. Sus cuadros, no muchos, eran de una técnica que yo llamo de manchas o manchones, no era una pintura realista sino reflejos de la realidad tal como la percibía él con una técnica que le faltaba mucho por depurar.
En el cuadro sobre su sillón favorito desde donde veía la televisión estaba él remendando zapatos, pero no parecía él más allá de lo que yo lo conocía porque en la pintura era delgado y joven, casi un chaval, y yo lo conocí cuando de pequeño, casado y con tres hijas de las que siempre recibíamos fotos de mi abuela cuando nosotros vivíamos en Almería.
La plaza de toros y la escala social
Padres, poema mis abuelos de Melilla
por el dolor por lo querido,
tras el accidente de nacer.
resquebrajarse con el tiempo,
con miedo sin pausa ni fin.
palpando con mi mano,
la templada tierra al Sol.
mirando la muerte desde la vida
durante el nacimiento de la mía.
en el momento justo
de nacer el creado ser.
Poema de B. Ramirez
La cuna de la familia Herrada
Soy almeriense criado en Málaga. Mi prima mayor es melillera criada en Málaga. Casi toda la familia que tengo en Cataluña proceden de Almería o de Melilla y lo cierto es que el apellido Herrada me produce sensaciones que no puedo expresar, principalmente por las historias que me contaban siendo niño.
Mi familia materna fue protagonista o estuvo involucrada en tantas de tantas historias que me partió el alma ver el declive personal de cada uno de sus miembros una vez que salieron de Melilla La Vieja para no volver más.
Melilla Vieja, el faro del paraíso, es un blog donde iré escribiendo curiosidades y leyendas relativos a mi familia Herrada.
Pondré fotografías de aquellos lugares donde vivieron en Melilla La Vieja, sitios que no tuvieron nada que ver conmigo más que en un mundo lejano y fantástico que me contaron alguna vez.
Parecían relatos árabes como los que leí de Al Ándalus en mi Almería natal, historias que me deslumbraron desde muy niño hasta mi mayoría de edad.
Investigaré a partir de fotos antiguas de mi familia Herrada, algunas personas no sé tan siquiera quiénes son.
Supe en qué lugar estuvo un bar llamado La Marina en Melilla La Vieja, incrustado bajo las escaleras que ascendían el muro de la ciudadela.
La Marina, taberna familiar en Melilla
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